La inteligencia artificial (IA) ha comenzado a transformar el panorama laboral global, afectando la productividad, la toma de decisiones y la seguridad laboral. Según un análisis presentado por la Mg. Susana Elizabeth Loayza Villanueva, presidenta de la Comisión de Estudios de Derecho Laboral y Procesal Laboral del Colegio de Abogados de Lima, esta transformación tiene efectos tanto positivos como negativos en los derechos de los trabajadores.
Uno de los beneficios clave es la mejora en la eficiencia y productividad. La IA puede automatizar tareas repetitivas, permitiendo a los empleados enfocarse en trabajos más complejos y creativos. Además, la IA puede influir en la toma de decisiones, como la contratación y evaluación de personal, lo que podría hacer los procesos más objetivos, pero también introduce el riesgo de sesgo algorítmico si no se gestiona adecuadamente.
Por otro lado, uno de los desafíos más importantes es el desplazamiento laboral. Muchas tareas que antes realizaban los empleados ahora pueden ser automatizadas, lo que podría llevar a la pérdida de empleos, especialmente en sectores donde las actividades son fácilmente replicables por máquinas. Además, el uso de IA para monitorear constantemente el desempeño laboral podría generar un ambiente opresivo, afectando la privacidad de los trabajadores.
Situación en Perú
En Perú, el impacto de la IA es similar al de otros países, pero con desafíos propios. Según Loayza, la falta de un marco normativo específico que regule el uso de la IA en el ámbito laboral ha generado incertidumbre y una posible desprotección de los derechos laborales. Además, la implementación de estas tecnologías podría profundizar las brechas entre grandes empresas y pequeñas, afectando la equidad en el mercado laboral.
Un reto adicional es la capacitación laboral. A medida que la IA se adopta rápidamente, los trabajadores necesitan adquirir nuevas habilidades digitales, lo que plantea dificultades en términos de educación y formación profesional.
Propuestas de regulación
A nivel global, diversos países han comenzado a tomar medidas para regular el uso de IA en el trabajo. La Unión Europea, por ejemplo, ha propuesto un reglamento que establece directrices sobre el uso ético de la IA, mientras que en Estados Unidos, algunos estados están desarrollando leyes para garantizar la transparencia y equidad en los procesos de contratación y gestión de empleados mediante algoritmos. En América Latina, países como Argentina y Brasil están en las primeras etapas de discusión sobre marcos regulatorios para la IA en el trabajo.
En Perú, aunque no existe una ley específica, la Ley N° 29733 sobre protección de datos personales podría ser un punto de partida para regular el uso de IA en el entorno laboral. Loayza recomienda que el país avance hacia la creación de un marco normativo que contemple los derechos laborales en relación con la IA, como la privacidad y la no discriminación.
Recomendaciones
Entre las sugerencias más destacadas está la necesidad de desarrollar un marco regulatorio para proteger a los trabajadores, así como fomentar programas de capacitación que permitan a los empleados adaptarse a las nuevas tecnologías. También es esencial establecer mecanismos de monitoreo para asegurar que la IA se utilice de manera ética y responsable, y que los diversos actores involucrados en el ámbito laboral, desde los sindicatos hasta las empresas, participen en la formulación de políticas sobre la IA.
La inteligencia artificial tiene el potencial de revolucionar el trabajo, pero es crucial que su implementación se realice de forma responsable y regulada para garantizar que los derechos de los trabajadores estén protegidos.
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